Tierras altas de Soria. Tierras machadianas de Soria. Castilfrio, un lunar en la meseta castellana. El viento helado corta como una guadaña que te encuentras a la vuelta de cualquier esquina. Venimos siguiendo un rastro. Vamos tras las huellas de un héroe de carne y hueso. Un diminuto pero no pequeño héroe, cuyo lema era «Honor y fuerza».

Un héroe numantino de cuatro patas, cuyas andanzas hoy son leyenda entre esta gente profunda y recia que hizo temblar antes sus murallas a la civilización romana durante 20 años. Vamos tras las huellas de un león. Tras las huellas de un vertiginoso leopardo. Tras las huellas de las pezuñas de un tigre inmortal.

Soseki, un héroe gatuno, un minino nacido para la épica, criado en la lírica de una buena chimenea y un tazón de leche con Friskies. Soseki, como sacado de la gatomaquia de Lope de Vega, por Fernando Sánchez Dragó, su padre adoptivo en la vida, su padre narrativo en «Soseki, inmortal y tigre» (Planeta), su nueva emotiva y emocionante novela.
Sonreirán a menudo, pero las lágrimas recorrerán sus mejillas, entre los puntos y entre las comas

Héroe gatuno y numantinoY hora es aquí de avisar a los navegantes que, si son amigos de la raza felina, caminen con precaución por las sendas que propone Dragó: Sonreirán a menudo, pero las lágrimas recorrerán sus mejillas, entre los puntos y entre las comas, las mismas lágrimas que también se nos han escapado a nostros ante la tumba del héroe gatuno y numantino Soseki y al tocar con las yemas de los dedos su epitafio: «Ser como tú, surcando el infinito, tigre de luz». Esta copa de profundo vino castellano va por ti, Soseki.

 

 

 

 

Artículo extraido de http://www.abc.es/20091104/cultura-literatura/soseki-inmortal-tigre-200911041654.html

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